El silencio de lo que nos pasa

Autor: Cedeño
http://eljinetepalido.wordpress.com/2012/01/13/suicidio-y-crisis/

Lo han llamado la epidemia del siglo XX. Pero le han puesto esta etiqueta a tantas cosas, que ya no sabe uno a qué atenerse. Lo que sí tengo claro es que no hablar de los problemas que nos atenazan no los soluciona. Los esconde, los hace más transparentes, pero no los elimina.

En 2009 se suicidaron en España 3.500 personas según datos del Instituto Nacional de Estadística, y en 2011 se quitaron la vida entre 9 y 10 personas cada día. Le leo este artículo de El Mundo del año pasado a mi chica con los ojos desorbitados, mientras ella me observa con su mirada condescendiente. ¿Pero qué esperabas? me dice, -que no salga en los periódicos no significa que no exista.

Y aquí está el punto de la cuestión, el debate moral. Frente a esta escalofriante realidad, ¿cuál debe ser la actitud? En muchas facultades de Comunicación enseñan a cómo no informar de estos hechos, porque se puede dar lo que los expertos llaman efecto Werther. Este fenómeno se llama así por la novela “Las penas del joven Werther” de Goethe, que narra la agonía de un joven que decide matarse por amor. Parece que este hecho caló entre los jóvenes lectores hasta el punto que algunos imitaron al protagonista autoborrándose del mapa. Se llegó a prohibir en varios países europeos. También dicen algunos analistas que ocurrió al parecido después del suicidio de Marilyn Monroe y tras el de Kurt Cobain, líder de la banda Nirvana.

Enfrentarte a un suicidio debe ser lo suficientemente horrible como para hacerlo por imitación. Debe ser el punto álgido de la desolación, el momento más desgarrador de la vida de un ser humano como para frivolizarlo diciendo que muchos lo hacen “porque ese fue el destino de su ídolo”

El suicidio es la primera causa de muerte de mujeres entre 30 y 34 años en nuestro país. ¡En nuestro país! Ni en Tumbuctú ni en Japón, sino en nuestra propia casa.

No sé hasta qué punto es beneficioso no hablar de la primera causa de muerte violenta en el mundo, no sé cuánto puede ayudarnos. Otra cosa es que el tratamiento deba ser adecuado y respetuoso. Y con los tiempos que corren dudo mucho que nuestro gremio periodístico haga esta tarea bien, ni que los medios estén dispuestos a informar de estas tragedias con el tratamiento necesario.

Así pues, entre no mencionarlos y hacer como que no existen y someterlos a un tratamiento modo Tele 5 o Antena 3, no se con qué me quedo.

Lo que es innegable es que está ahí, y que a casi todos nos ha pasado por la cabeza quitarnos de en medio alguna vez, por la razón que sea. Tal vez lo que deberíamos hacer es potenciar las cosas maravillosas que tiene la vida. Que es una. Y que vale arriesgarse a vivirla.

8 comentarios

  1. Hace algún tiempo que vengo comentando este asunto con mi círculo de amigos. A raíz de los tímidos reportajes en medios audiovisuales y escritos que he visto en los últimos meses, me planteo, como tú, Pablo Barber, si es más perjudicial no enfrentarse al problema que no hacerlo. Yo creo que peor es la primera opción: ignorar que se está convirtiendo, como bien dices, en una de las primeras causas de muerte de nuestro país. Los catalanes, como siempre, nos llevan varias leguas de adelanto y ya tratan este asunto como un problema médico (http://www.suicidioprevencion.com/flash01.php?lang=es). Yo pienso que es hora de abordar con seriedad por qué crece tanto el número de suicidios y cómo evitar que sucedan. Muy buen debate, Pablo Barber. Gracias por sacarlo a colación.

  2. Gracias Tavarishka, estoy totalmente de acuerdo contigo. Yo creo que sí hay que visibilizar el problema, lejos de convertirlo en un asunto fantasmagórico. Las familias no deben llevar el estigma del suicida, no podemos convertirlo en una lacra, si no en lo que es, un problema real, que ahora nos afecta de forma muy acuciante. Pero no tengo mucha fe en que los medios hagan bien ese trabajo. Supongo que es desencanto o desconfianza, pero tengo mis recelos. Ojalá sepamos esta a la altura de esta problemática

  3. Xq epidemia dl siglo Xx? Antes hubo y ahora tb. Yo tngo muchas dudas. Esta demostrado q la publicación genera un efecto emulación. Pero tb pienso q lo único q en verdad tenemos, al menos para los q no creemos, es la vida. Si 1 persona, x las causas q sean, no está a gusto aquí, quienes somos los demás para obligarlo a quedarse. A mi se me han suicidado 1 par d personas queridas, y claro q causa dolor, pero sólo deseo q allá dnd estén sean más felices

  4. Alejandro, yo no digo en ningún momento que en los siglos anteriores no hubieran suicidios, para nada, pero creo que ahora los motivos de esos suicidios son más preocupantes. No estoy de acuerdo contigo en cuanto a la emulación, porque he leído varios estudios al respecto, y he encontrado especialistas a favor y en contra en esa teoría. Repito: el suicidio es una situación que debe ser tan extrema y desesperante, que no creo que uno vaya a quitarse la vida porque fulanito lo hizo. Que haya gente que lo haya hecho, no lo dudo. Que sea una corriente, no. Rotundamente no.
    Y nadie habla de aleccionar, ni de obligar a vivir. Respeto mucho al que toma la decisión de suicidarse. Igual que respeto absolutamente a los que piden la eutanasia. Los respeto y apoyo. Sólo digo que los medios tenemos la obligación de informar de esta realidad, y de hacerlo de forma correcta. Sólo para hacer ver que hay otras salidas. Y que uno, con todas esas posibilidades, decida lo que quiera decir. En ningún momento he querido dar una posición aleccionadora. Yo también tengo a personas queridas que se han suicidado. Los echo de menos. No quiero vivir con el estigma del silencio por ser familiar de un suicidado. Quiero que se sepa, y que si sirve para que otra persona vea un poco de luz, me parecerá bien hecho. Un saludo.

  5. Gracias Charly, me costó escribirlo, porque remueven muchas tripas, pero creo que ahora es necesario. No es publicitar cada suicidio, y menos tratarlos como meros sucesos. Hay muchos suicidios ahora que tienen un denominador común, y creo que es necesario sacarlo a la luz. Hacer ver el problema. Pero no aleccionar ni amarillar los sucesos. Eso sí es terrible. Un saludo.

  6. Es terrible. Y aún hay datos más escalofriantes sobre suicidios… El sistema esconde su fracaso amparándose en el efecto dominó Werther o como se le llame. Pero lo cierto es que las cifras son escandalosas y poco se soluciona si no salen a la vista. Si estamos tan mal, será porque alguna cosa estamos haciendo mal o muy mal. Para mí, es necesaria una revisión urgente de nuestra historia personal, porque el suicidio no es ninguna casualidad…
    http://terapiapsico-corporal.blogspot.com

  7. Estoy contigo Alberto. Algo falla, y lo peor de todo, no le estamos dando solución, porque en vez de analizarlo, como bien dices, se tapa, se echa tierra encima. La gente debe ser libre de elegir hacer lo que crea conveniente con su vida. Pero deberíamos ofrecerles muchos más motivos buenos para que el suicidio no fuera una opción. Un saludo

Deja un comentario